domingo, 20 de mayo de 2012

Relato Nº 5 para la quinta actividad

Milagros nos invita a reflexionar sobre este relato.


Cuando yo era chico me encantaban los circos, y lo que más me gustaba de los circos eran los animales. También a mí como a otros, después me enteré, me llamaba la atención el elefante. Durante la función, la enorme bestia hacía despliegue de peso, tamaño y fuerza descomunal... pero después de su actuación y hasta un rato antes de volver al escenario, el elefante quedaba sujeto solamente por una cadena que aprisionaba una de sus patas a una pequeña estaca clavada en el suelo. Sin embargo, la estaca era sólo un minúsculo pedazo de madera apenas enterrado unos centímetros en la tierra. Y aunque la cadena era gruesa y poderosa, me parecía obvio que ese animal capaz de arrancar un árbol de tajo con su propia fuerza, podría, con facilidad, arrancar la estaca y huir. El misterio es evidente: ¿Qué lo mantiene entonces? ¿Por qué no huye? Cuando tenía cinco o seis años, pregunté a algún maestro, a mi padre o a algún tío por el misterio del elefante. Alguno de ellos me explicó que el elefante no se escapaba porque estaba amaestrado. Hice entonces la pregunta obvia: Si está amaestrado, ¿por qué lo encadenan? No recuerdo haber recibido ninguna respuesta coherente. Con el tiempo me olvidé del misterio del elefante y la estaca... y sólo lo recordaba cuando me encontraba con otros que también se habían hecho la misma pregunta.
Hace algunos años descubrí que por suerte para mí alguien había sido lo bastante sabio como para encontrar la respuesta: "El elefante del circo no escapa porque ha estado atado a una estaca parecida desde que era muy pequeño". Cerré los ojos y me imaginé al pequeño recién nacido sujeto a la estaca. Estoy seguro de que en aquel momento el elefantito empujó, tiró y sudó tratando de soltarse. Y a pesar de todo su esfuerzo no pudo. La estaca era ciertamente muy fuerte para él. Juraría que se durmió agotado y que al día siguiente volvía a probar, y también al otro y al que seguía... hasta que un día, un terrible día para su historia, el animal aceptó su impotencia y se resignó a su destino. Este elefante enorme y poderoso no escapa porque cree que no puede. Él tiene registro y recuerdo de su impotencia, de aquélla impotencia que se siente poco después de nacer. Y lo peor es que jamás se ha vuelto a cuestionar seriamente ese registro. Jamás... Jamás... intentó poner a prueba su fuerza otra vez... Cada uno de nosotros somos un poco como ese elefante: vamos por el mundo atados a cientos de estacas que nos restan libertad. Vivimos creyendo que un montón de cosas "no podemos hacer" simplemente porque alguna vez probamos y no pudimos.

11 comentarios:

  1. Este relato nos enseña que en la vida, no debemos darnos por vencido ante situaciones fracasadas.
    Siempre debemos ser positivos y luchar por nuestros valores y progresar en el largo camino a recorrer de nuestras vidas.

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  2. este relato es muy lindo nos enseña cada cosa de nuestras vidas y nos habre los ojos a un camino mejor

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  3. Es muy lindo el relato!!! Es una visión que pasa a ser muy real... Y me parece que no tenemos por qué intentar hacer algo sólo una vez, porque no hayamos podido realizar nuestro objetivo; y así darnos por vencidos. Siempre tendríamos que luchar y ser constantes en lo que nos propongamos. Es lo que nos intenta dar a entender, y me parece muy bueno.

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  4. desde que nacemos estamos en la situación del elefante los jóvenes quisas por una situación cómoda.
    Luchamos permanentemente en contra de las actitudes y ordenes de nuestros padres y aun asi seguimos esperando que ellos sean responsables por nosotros. A mi este relato me enseña que aunque la vida sea dificil debo soltar ataduras y enfrentar la vida con honestidad y entereza. forjar nuestro propio destino y no temerle a la adversidad si no, darle batalla !

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  5. Una moraleja muy linda nos deja.. es muy real. Siempre hay que luchar por algo que nos propongamos y no darnos por vencidos aun vencidos! Eso creo que nos intenta dejar este relato.
    4"A"

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  6. Que buen relato!
    Realmente refleja mucho, es un desafió enfrentar lo que nos pone en frente el destino y no perder las esperanzas. "seguiré luchando contra viento y marea"

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  7. Muy buen relato..Realmente nos deja mucho..
    Siempre hay que luchar por todo lo que se quiera, porque
    nada es imposible...
    Tenemos que mirar siempre para lo positivo|
    Y nunca darnos por vencidos!
    ¡ A MIRAR PARA DELEANTE I SRER FUERTES|
    TAMARA ROBLEDO

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  8. Hermoso relato... que nos deja como moraleja que nunca debemos darnos por vencidos por mas que así lo sintamos, que nunca debemos perder las esperanzas de logar algo y que siempre tenemos que luchar por nuestros objetivos.

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  9. Muy bueno el relato, nos muestra que no tenemos que perder nunca las esperanzas y hacer lo que uno piensa porque todo es posible.

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  10. Muy buen relato, porque nos deja como enseñanza la lucha por nuestras metas y fines, sin nunca perder las expectativas que tenemos para ellas.

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  11. EXCELENTE RELATO PROFE!! Da a entender que no nos demos por vencidos , cumplir todas nuestras luciones, sueños , Luchar por uno mismo no bajes los brazos.. Ser Positivo con uno mismo...!

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